Rito de Admisión de Rafael García
El día 18 de marzo, en el Seminario Metropolitano de Oviedo, hemos celebrado el día del seminario, en el que ha tenido lugar el Rito de Admisión a las Sagradas Órdenes de Rafael García, a quien el equipo de medios de comunicación de nuestro seminario ha realizado dos sencillas preguntas, cuyas respuestas os compartimos.
¿Quién es Rafael García?
Me conocen más por Rafa. Tengo 44 años y estoy en cuarto curso de Estudios eclesiásticos.
¿Cómo estás viviendo esta etapa de tu proceso vocacional?
La verdad que lo estoy viviendo con mucha tranquilidad, paso a paso como he vivido estos años en el Seminario, pero, sobre todo, estoy feliz por haber dado este paso tan importante para mi vida vocacional, ya que es una confirmación más de que aquella «llamada», que yo creía y de la cual pedí ayuda para discernirla, la Iglesia ahora me confirma y me anima a continuar trabajando para que llegue a buen fin.
Es un momento donde en los ratos libres de este mes, que es de mucha actividad con la campaña del Seminario, miro hacia atrás, y puedo ver cómo Dios trabaja en reglones torcidos, y lo veo reflejado en mí mismo que estaba alejado de todo esto de la Iglesia, donde uno piensa que nunca entraría en un Seminario, ni tan siquiera en una Iglesia, sino es para un bautizo, comunión o boda (BBC). Una persona con tantos defectos que nunca pensaría en ser sacerdote, pero uno ve que gracias al Señor y la comunidad va mejorando para intentar vivir según el Evangelio.
También uno se da cuenta de como el Señor te va poniendo gente muy buena en el camino, a los que no tengo menos que dar las GRACIAS, porque son parte fundamental del camino.
Gracias a las personas, especialmente los párrocos que me acogieron en la Parroquia de la Corredoria, (Cáritas, catecismo…), que «me metieron para adentro» y me aceptaron como uno más, con todas mis rarezas y timideces, y siguen ahí al pie del cañón, los considero como familia, al igual que mucha otra gente que tengo la suerte de tener al lado.
Gracias a la gente de Villaviciosa, que uno cuando entra por la carretera y llega a la rotonda de la manzana, es como llegar a casa. En la Villa es donde he pegado el «estirón», gracias a la confianza del párroco que me ha ayudado a mejorar en todos los planos También agradecer al Sacristán, Grupo de Liturgia, grupo de catecismo…, a las Hermanas Clarisas, a la Hermandad de la Portalina y Cofradía de Jesús Nazareno… por la acogida y ayuda en el crecimiento pastoral en estos dos años, como lo ha sido también la Cocina Económica y C.T La Santina de Gijón.
Gracias a todas las parroquias y presbíteros que nos han acogido en distintas actividades del Seminario, las cuales nos ayudan a crecer para que algún día seamos buenos presbíteros. Agradecer también a mis formadores y cuerpo docente.
Y, para terminar, gracias a todas las personas con las que me he encontrado en estos años, las cuales me han ayudado, y son un verdadero ágape. No me quisiera olvidar de mis hermanas piezas fundamentales, y también a los que ya están en el amor del Padre, que me seguirán ayudando desde el cielo.